Hoy queremos charlar un ratito sobre algo que puede ser que os suene a chino, y es que, sí, el 2020 está siendo un año complicado para tod@s y también para las alertas por retirada de producto. 


El sistema que controla y pone de manifiesto que los productores pongan a la venta productos seguros así como que los consumidores compremos y podamos disfrutar de alimentos sin riesgos es la red de alertas sanitarias de AESAN. Esta red de alertas es fundamental para que el tráfico de alimentos sea conforme a unos estándares de calidad globales y por ello, es la encargada de manifestar cuando hay que retirar algún lote de productos por no cumplir con los estándares. 


El 2019 fue un año duro para la carne mechada, que tod@s recordaremos siempre por desgracia a partir de la alerta de Agosto producida en Andalucía (donde fue un golpe para muchas familias), dejamos todos de comprar »carne mechá» creyendo que el origen del problema estaba en el alimento en sí, cuando realmente está relacionado completamente con unas malas prácticas de elaboración, control y deficiencias en la seguridad alimentaria de ese productor en concreto. 
El 2020 en cambio, está siendo característico no por demonizar ningún alimento en concreto, sino por la gran cantidad de retiradas (ya van más de nueve) que estamos sufriendo, con  evidencias numerosas de productos »no seguros» que debemos retirar de nuestra compra inmediatamente. 
Lo más importante, no es solo la cantidad de información que publique este organismo, que como ya he comentado, por suerte existe para velar por nuestra seguridad, sino con qué frecuencia y efectividad llega esta información a los consumidores. 


¿Cuántos de vosotr@s compráis en LIDL?¿Cuántos de vosotr@s compráis queso Rulo de Cabra?Y ahora bien,  ¿Cuántos habéis visto, que el día 16 de Octubre se publicó que había un lote contaminado con una bacteria patógena, y en caso de que lo hubieses comprado, debías devolverlo inmediatamente a LIDL asumiendo ell@s todas las consecuencias?


Es importante que identifiquemos esta información  y sepamos que cuando compramos en un súper, cualquier alimento, tenemos un 99% de garantías de que todo sea como esperamos, una compra segura, y una experiencia »óptima». Pero ese 1% restante, es el que debemos conocer todos, mediante los canales de difusión de información que pueden identificarse »errores» en la producción del alimento una vez ya está distribuyéndose. 

¡Consulta con asiduidad la web que vela por nuestra seguridad alimentaria AESAN ! Y en última instancia, si te resulta aburrido o no te acordarás, siempre puedes seguir perfiles de seguridad alimentaria que suelen publicar y difundir esta información para que llegue a tod@s @albaramirezciencia y otros compañeros como @foodansafe o @aesangob. Si conoces cuentas que sigues para informarte activamente de esta info, compártela con nosotros en comentarios y así tendremos más canales interesantes!

Alba Ramírez, Tecnóloga Alimentaria.